Puede que la frase que más escuchamos entre los padres de los adolescentes (y no tan adolescentes) sea “este hijo está enganchado al móvil”. ¿Están en lo cierto? ¿Hablamos de adicción o de sobreuso?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es el significado de adicción según la OMS, “es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

Para poder hablar de dependencia física y psicológica las personas presentan tres o más de los siguientes criterios en un período de 12 meses:

  1. Fuerte deseo o necesidad de consumir la sustancia (adicción).
  2. Dificultades para controlar dicho consumo.
  3. Síndrome de abstinencia al interrumpir o reducir el consumo.
  4. Tolerancia.
  5. Abandono progresivo de intereses ajenos al consumo de la sustancia. (Inversión cada de tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia).
  6. Persistencia en el uso de la sustancia a pesar de percibir de forma clara sus efectos perjudiciales.

 

Como podemos comprobar, la dependencia del móvil en sí es un concepto irreal. El móvil no es una actividad en sí misma, un fin que nos hace estar “enganchados”. La gran pregunta es ¿De qué pueden llegar a estar tan pendientes todo el día?

A lo que tenemos que estar atentos es a qué hace nuestro hijo cuando “está con el móvil”.  ¿Usa mensajería instantánea, le gustan más las apps dedicadas a fotos y noticias (Instagram, twitter…), o quizás está dedicando la mayor parte de tiempo a juegos, apuestas…? Esto es lo realmente interesante.

De ahí es de donde pueden surgir los problemas; las consecuencias de un uso abusivo de las apps más utilizadas hoy en día son las siguientes:

  1. Ansiedad: Cuando la persona se olvida el móvil en casa, por ejemplo, siente que le falta algo, se siente incomunicado y esto le puede generar ansiedad y malestar. En concreto, este malestar ha sido conceptualizado recientemente como tecnoestrés.
  2. Compulsión: La tendencia a revisar el móvil cada pocos minutos puede ser considerada una compulsión. Es una conducta, un hábito adquirido que no es adaptativo ni nos reporta nada positivo, pero que la persona no puede evitar.
  3. Deterioro en las relaciones sociales “cara a cara”: todos hemos podido comprobar que en muchas reuniones sociales, estamos presencialmente, pero muchas personas se quedan absortas en su mundo tecnológico. Incluso en las comidas con los padres, parece que sus hijos “no están”. Esto implica un desapego emocional y personal, que es sustituido por nuevas relaciones virtuales. Esto conlleva discusiones familiares que todavía hacen que la relación se vuelva más fría.

 

A continuación, te proponemos que realices un breve test, el cuál te podrá indicar cierta predisposición a tener un uso abusivo del móvil. Cuantos más SÍ haya en tus respuestas, mayor será la necesidad que tienes del mismo.

  1. Cuando se está acabando la batería de tu móvil o por falta de cobertura, ¿sientes ansiedad o nerviosismo?
  2. ¿Tus amigos o familiares te dicen continuamente que estás enganchado al móvil?
  3. ¿Consideras que el móvil interfiere en tu concentración en el trabajo, en los estudios o en cualquier otra actividad de carácter cotidiano?
  4. ¿Revisas el móvil de forma reiterada por si ha entrado algún mensaje, mail o llamada a pesar de saber que es poco probable porque lo has tenido todo el rato delante?
  5. ¿Cuándo conduces y entra un mensaje o mail, llamas rápidamente a la persona para comprobar que es lo que te ha escrito, pues en ese instante no puedes leerlo, o en otros casos, a pesar de la conducción y la peligrosidad que supone, lees y escribes?
  6. ¿No te separas del móvil cuando estas en cualquier parte de la casa?
  7. ¿Coges y atiendes llamadas de carácter no importante cuando estás hablando con otras personas que están en tu presencia?
  8. ¿Utilizas los mensajes o las llamadas para hablar de cuestiones importantes y así encontrarte más cómodo al evitar el enfrentamiento físico con las personas?
  9. ¿Si en alguna ocasión olvidas el móvil, piensas continuamente en él y sientes como si algo te faltase, desapareciendo esta sensación al reencontrarte con él?
  10. ¿Utilizas el móvil en lugares dónde está prohibido como en el coche, cine, etc.?
  11. ¿Si te levantas por la noche al baño, revisas el móvil antes de volverte a dormir? ¿Hablas hasta tarde y no respetas las horas de sueño por estar con el móvil?

Si consideras que puedes tener un problema con el uso del móvil, o que alguno de tus conocidos empieza a ver deteriorada su vida por el uso de la tecnología, no dudes en contactar con PSICOALFARO, te asesoraremos de la mejor manera posible y te ofreceremos soluciones eficaces para erradicar el problema.