Llegó ese tiempo tan esperado y a veces tan temido, las vacaciones de verano. Si nos sentimos agobiados ante la falta de obligaciones, el ver a nuestro hijo en casa sin “hacer nada”, puede que debamos seguir estas pautas.

 

¿Qué debemos hacer?

Comunicación: hablar con nuestros hijos e hijas sobre qué les apetece hacer durante sus “vacaciones”, que se sientan escuchados hace que aumente su motivación a la hora de planificar su tiempo.

Valoración: una vez tengamos realizado una lista de aquellas cosas que les apetece hacer vamos a coger un sistema de clasificación, por ejemplo: ocio, deporte y responsabilidades. Es importante que cubran su tiempo con estas tres áreas, pues con el deporte conseguiremos que obtengan ganancias en cuanto a salud y gasto de energía, con el ocio sentirían cubierta su sensación de estar de “vacaciones” y mediante las responsabilidades mantenemos un equilibrio que es beneficioso en todo momento.

Organización: es bien sabido que ningún niño va a poner en esa lista ,aquellas tareas a realizar en casa pero que son primordiales para su disciplina como por ejemplo: recoger la habitación, colocar su ropa…. Incluyendo dentro de esa área realizar los repasos que mamá y papá les pondrán a diario y que son buenos para mantener activo su cerebro.

 

Es por ello que los padres tienen que marcar estas tareas y dejarles claro cuáles son sus “deberes”, a pesar de estar de vacaciones. Cumplirlas deberá ir emparejado con las recompensas que pueden obtener de la lista que ellos han hecho. Las recompensas deben ser aquello que les gusta hacer sin que suponga un coste económico, por ejemplo: ir a la piscina o jugar con la tablet.

Una vez que ya tenemos todo esto bien fijado, es hora de poner horarios; debemos tener en cuenta que cada día el niño tenga tiempo para:

o Tareas domésticas (recoger la mesa, ordenar su habitación, ir a comprar el pan…).
o Tareas escolares (hacer ejercicios a modo de repaso una hora y media al día).
o Deporte (a poder ser algo que le guste al niño como por ejemplo natación o salir con la bicicleta).
o Ocio (estar con sus amigos, tiempo en familia o ver la tele).

No deben preocuparnos los momentos en blanco, o el aburrimiento. Es un estado en el que el niño puede encontrar sus motivaciones reales, sus intereses y lo que realmente les motiva.

Si el verano se complica, aparecen conductas que nos preocupan o necesitas más información, no dudes en contactar con PSICOALFARO.