El estrés de la rutina diaria, las preocupaciones laborales, problemas personales o el simple paso del tiempo –los años van dejando su huella– pueden traducirse en problemas a la hora de conciliar el sueño. Con las terribles consecuencias que esto tiene en nuestro estado físico y mental.descarga

Dormir y descansar bien tiene múltiples beneficios para nuestra salud y disfrutar de un sueño pleno es fundamental para reactivar nuestros ritmos circadianos –aquellos que marcan nuestro reloj biológico– y mantener mente y cuerpo a punto.

Sin embargo, al llegar a la edad adulta, muchas personas empiezan a padecer diferentes perturbaciones en el sueño que les hace descansar menos horas, interrumpir el descanso en mitad de la noche o no ser capaces de conciliar el sueño al acostarse en la cama.

No lograr dormir es un problema que acaba lastrando el resto de nuestro día, e incluso repercute en nuestro estado de ánimo y simpatía. Un cansancio que no sabemos cómo mitigar, una frustración que se convierte en estrés, una percepción del tiempo como si no pasaran los segundos, la magnificación de todos nuestros problemas del día y la anticipación de que al sonar el despertador todo esto será aún peor. Estamos hablando del insomnio.

Causas del insomnio

1.De repente, una noche en vela

Estar sin dormir una noche de manera aislada no se considera siquiera insomnio. El ruido, el calor, el jetlag o el haber estado demasiado activo durante el día pueden hacer que sea imposible conciliar el sueño cuando lo deseamos.

En este caso es conveniente asumir la pérdida de horas de sueño con total naturalidad, tratar de estar relajados o incluso levantarse y aprovechar estas horas extra de vigilia para realizar otras actividades, sean gratificantes o productivas. Es cierto que durante el día estaremos más cansados pero al ser una causa puntual la que impedía el sueño, pronto volveremos a equilibrar nuestro ritmo de sueño.

2. Duermo de día y me desvelo de noche

La causa más frecuente de no poder dormir por la noche suele ser por cambios en los horarios del sueño:images trasnochar, levantarse tarde, echarse siestas… son actividades que impiden conciliar el sueño por la noche y al estar cansados durante el día, se duerme fuera de hora o se usan estimulantes que volverán a evitar que se duerma por la noche cuando nos lo proponemos. Muchas personas que dicen padecer insomnio no se están dando cuenta de que esas decisiones son las que les desvelan.

3. Preocupaciones que no dejan dormir

Parece que nuestra cabeza está esperando a que nos tumbemos en la cama para dar vueltas a ese tema que tanto malestar nos causa durante toda la noche. Esto es así porque cuando existe una baja estimulación e inactividad se facilita el rumiar pensamientos y hemos cogido la costumbre de repasar el día o planificar el siguiente antes de irnos a dormir. Gran error, sobre todo si hay temas que nos preocupan: una alta actividad cognitiva es incompatible con conciliar el sueño y además suele ser inútil tratar de solucionar problemas de madrugada.

4. Estoy nervioso y no sé por qué

A veces no es un tema concreto lo que nos desvela. Nos sentimos nerviosos y activados y por la noche no logramos dormir. Probablemente durante el día estemos igual. No estamos tan cansados las primeras noches, pero sí mostramos síntomas ansiógenos que se incrementarán si el problema persiste. La ansiedad, en efecto, es una gran enemiga del sueño y abordarla será la solución para que desaparezca el problema.

5. No duermo porque no duermo

descarga (1)A la anteriores causas de no conciliar el sueño se suma la propia angustia de no poder dormir: contamos las horas que nos quedan de sueño, anticipamos lo desastroso que será el no poder estar descansados al día siguiente y damos vueltas preguntándonos por qué nos está pasando esto. La preocupación de no dormir nos mantiene activos a modo de una profecía autocumplida y puede durar todo el día generando una angustia totalmente incompatible con relajarnos.

 

Es importante saber qué nos está pasando, porqué no podemos dormir. Sólo sabiendo cuál es la causa de nuestro problema, podremos buscar soluciones para mitigar la falta de sueño. Las pautas proporcionadas por un profesional, nos ayudarán a volver a nuestra rutina de sueño y mantenerla en el tiempo. No sigas sufriendo las consecuencias de dormir mal (o no dormir lo suficiente). Toma el control y busca soluciones efectivas. No dudes en contactar con PSICOALFARO, dónde la psicóloga Nekane Navas podrá ofrecerte pautas y ayuda para volver a conciliar de nuevo el sueño y volver a recuperar la salud y tranquilidad que necesitas.