La decisión de preocuparnos por nuestra salud mental, de ponernos en marcha para solucionar nuestros problemas emocionales es, a veces, un paso muy meditado y difícil de tomar. Puede interferir a la hora de ponernos en marcha diferentes perjuicios, temas tabús, miedo del qué dirán… Una vez superadas todas estas barreras, nos toca buscar nuestra mejor opción, la persona con la que vamos a llevar a cabo el proceso para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud.

¿Qué debo tener en cuenta?

¿Cómo podemos buscar a nuestro psicólogo/a de confianza? Para ello, a la hora de buscar, debemos tener en cuenta una serie de características y requisitos de formación. Nos ponemos a ello para facilitarte su búsqueda:

  1. Legalidad y autorización sanitaria: el requisito más importante, ya que sólo hay dos tipos de psicólogos con autorización para tratar los problemas emocionales:

Son estos psicólogos los que tienen la autorización sanitaria, formación, seguros de responsabilidad civil que cubriría los posibles daños psicológicos…

Para ello podemos consultar pinchando aquí.

  1. Corriente desde la que trabaja: una vez determinado que el profesional contiene una de las dos formaciones, sería interesante consultar  va a ayudarnos con nuestros problemas:
  1. Referencias de otras personas: el boca a boca es muy importante, aunque no totalmente determinante. Es una ciencia tan personal y intrusiva, que necesitamos confiar plenamente en la persona que tenemos delante, no sentirnos juzgados, tener total seguridad de que puedo expresarle todo lo que pienso y lo que siento.

 

4. Afinidad (transferencia y contratransferencia): acudir al psicólogo nos permite, en cualquier momento en el que no me sienta seguro o deje de tener afinidad con él, poder dejar la terapia. Al conocer a la persona que he elegido como profesional, nos toca ponernos frente a ella, y ver si realmente me siento cómodo expresándole todo lo que pienso y siento. Si no es así, tengo la posibilidad y obligación de buscar a otra persona.

 

Si aún así seguimos con dudas, hay que tener claro que es mejor ir con seguridad que ir con desconfianza y no poder abrirme y expresarme con libertad. Si no acertamos con el primer profesional, no quiere decir que nadie pueda ayudarte, pues como en todas las profesiones, hay psicólogos que encajan más con unas personas que con otras, y que hacen bien su trabajo o no.