adolescentes-678x381A pesar de las percepciones negativas que tienen algunos adultos sobre los adolescentes, estos a menudo son enérgicos, considerados, idealistas y tienen un gran interés por lo que es justo y correcto. De modo que, a pesar de que puede ser un período conflictivo entre padres e hijos, la adolescencia también es un período para ayudar a los chicos a madurar y convertirse en los individuos que serán en el futuro.

Es lo que se conoce como la edad del pavo. Si tiene adolescentes o sus hijos están a punto de entrar en esa etapa, sabrá lo que significa. Parece que siempre hay una batalla en casa que librar, los enfrentamientos con los hijos son constantes, los castigos habituales… Es una etapa más que pone a la familia patas arriba. Pero no hay que tener miedo. La adolescencia es un proceso vital más, con la particularidad de que según se viva, así se desarrollará el adulto. Nuestros hijos, que hasta hace poco nos necesitaban para todo, ahora parece que no quieren nada con nosotros. Pero sólo lo parece. Es una etapa de autoafirmación pero en la que es fundamental el acompañamiento de los padres.

Pautas para comprender a los adolescentes

La empatía es necesaria en todas las facetas de la vida, especialmente de cara a la compresión de un adolescente. La capacidad para ponernos en lugar de otra persona y comprender sus sentimientos y procesos mentales es básica.

Todos hemos sido adolescentes. Ya que cada uno de nosotros hemos pasado por esa fase, es importante conectar con ese yo anterior y analizar cuáles eran nuestros sentimientos, pensamientos, añoranzas y pesares. Pero, ¡cuidado! El pasado nos puede ayudar pero si queremos entenderlos tenemos que ver la situación desde su circunstancias actuales, no desde la nuestras pasadas.

Un adolescente comienza a vivir una etapa de su vida en la que necesita una mayor independencia y autonomía. El hecho de cómo es visto por los demás o su encaje en su mundo social es de vital importancia para ellos.

Ningunear o restar importancia a estos hechos es un error mayúsculo que un adulto no debe cometer, pues el cerebro del joven y su propia experiencia vital no han desarrollado el camino para llegar a ese punto de comprensión.

Muchas personas equiparan la etapa del adolescente con la rebeldía. Realmente esto no es así. Simplemente llegan a una fase en la que necesitan independencia, nuevos horizontes y un cierto alejamiento de sus progenitores para encontrar su camino. Si no se les otorga, se levantan contra ello.

No hay que olvidar que el joven comienza a pensar de forma más racional y abstracta. Su cuerpo está cambiando, y con él su cerebro y su forma de ver el mundo. Necesitan afirmarse, salir de la comodidad del control paterno y encontrar su código ético propio. padres-adolescentes

Hay que entender que es una mala etapa para tratar de imponerse sobre el adolescente. Es normal que discuta, hable de sus puntos de vista, equivocados o no, y que discrepe. Si no aceptamos esto como algo natural y lógico y no somos dialogantes, jamás podremos comprender a los chicos en esta edad.

Tu hijo adolescente tiene mucho que decirte, escúchale. Libérate de tus prejuicios y haz un esfuerzo por escuchar lo que dice y piensa. Le entenderás mejor, y él te lo agradecerá.

Tu hijo adolescente no es extensión de tu persona. Es un ser humano libre e independiente, y debes respetar su individualidad. No vuelques en él tus frustraciones o aspiraciones. Tiene sus propias ideas y su propia forma de pensar, y no tiene por qué coincidir contigo. Respétalo.

 

Ante una tarea tan compleja como la educación de un hijo, la intervención de factores hormonales y el desarrollo del pensamiento abstracto y propio puede complicarnos esta labor. Recordemos cómo fuimoscrisis-adolescencia-problemas nosotros, cómo nos sentíamos y qué es lo que buscábamos en esta etapa.

No obstante, si aún siguiendo estas pautas, y haciéndolo lo mejor posible, nos surgen dificultades, vemos que nuestro hijo no hace «cosas normales» para la etapa que está viviendo, o nos preocupa demasiado algún aspecto, no dudes en contactar con PSICOALFARO. No olvidemos que se está formando su personalidad, sus patrones de adaptación y afrontamiento, y éstos deben ser los más adecuados para su desarrollo para la vida adulta.